Santa Cruz y su relación con el Estado

Presentación

Fundamentación histórica

La historia es la maestra de la vida, afirmaba Cicerón, se refería a que los hechos del pasado nos enseñan y nos guían.  Sin embargo – y sin temor a equivocarme – la historia vivida, la historia presente es la que nos permite dimensionar lo que debemos defender para encarar mejor el futuro común.

Hace un año, el 13 de noviembre de 2022 a los pies del Cristo Redentor, nuestro centro cívico, se congregó la mayor concentración humana de la historia de Santa Cruz. Cientos de miles de ciudadanos de todas las edades, de todos los grupos sociales, reunidos en el cabildo rechazaron la violencia estatal. 

Santa Cruz era un campo de batalla, tanto en las ciudades cuanto en la zona rural. Las fuerzas represivas del estado se enfrentaban a la ciudadanía que defendía sus derechos, en ese caso el derecho a un censo antes de iniciar el proceso electoral.

La historia de Santa Cruz en el marco del estado boliviano es la historia de unas relaciones difíciles. En estos casi doscientos años de formar parte de Bolivia, todas las generaciones de cruceños y cruceñas han defendido su derecho a definir su futuro, a lograr el progreso y la modernización que son las guías del proyecto de un mejor porvenir para todos los que viven en esta tierra de oportunidades infinitas.

El presente y el futuro deben estar en las manos de los ciudadanos, porque nadie mejor que ellos conoce las necesidades de su pueblo. Así ha sido en el pasado, así es en el presente, ese el espíritu de los que habitamos Santa Cruz.

Al iniciar este siglo un proyecto global buscaba implantarse en Bolivia, se lo conoce como socialismo del siglo XXI, los fondos internacionales financiaron la desestabilización de un país que empezaba a modernizarse. Desde el Oriente, desde donde nace el sol y por lo tanto la luz, se propuso acabar con el modelo de estado centralista con el que surgió  Bolivia en 1825. El pueblo cruceño, lideró el proceso transformador que nos llevó a la consecución de las autonomías departamentales. En 2005, después de 180 años de historia republicana, los bolivianos pudimos elegir a nuestras autoridades departamentales, gracias a la lucha de nuestro pueblo que no dudo en enfrentar a todos lo que sin argumentos querían mantener el modelo centralista.

Han pasado 18 años, de esa gesta cívica, de ese pueblo unido por un ideal, la autonomía departamental. 18 años de relaciones difíciles con el Estado boliviano y más difíciles con el gobierno central que venía hacer aguas su proyecto totalizador, porque los cambas se pusieron en su camino.

Esos 18 años, nos han permitido darnos cuenta no solo de nuestra capacidad de lograr cambios importantes, sino fundamentalmente de la necesidad urgente de redimensionar nuestra relación con un estado que se niega a democratizar el poder.

La autonomía fue el camino y sigue siendo la vía para cambiar nuestro futuro. Es hora de profundizar esta ruta, de exigir nuevas competencias, en un nuevo contexto, no es un trabajo fácil, pero es menester hacerlo y luchar por él.

En 14 de febrero de 1825, los cruceños proclamamos nuestra independencia de la corona española, y desde ese momento pensamos nuestro futuro, marcado por la democracia, la libertad, la educación y el libre comercio. Ahora que estamos a pocos meses de celebrar nuestro bicentenario, no podemos, no debemos dejar que otros definan nuestro presente y nuestro futuro.

Hemos triunfado cuando hemos estado unidos, esa es una verdad evidente que no debemos perder nunca de vista. Esta nueva generación que empieza su lucha, y las anteriores que la continúan, deben tener claro que no claudicaremos, es hora de ir a la construcción de un nuevo proyecto, que garantice la consecución de la libertad, la democracia y el progreso, que han sido la estela que hemos seguido desde 1561.

 Paula Peña

"Lo pidieron todos, lo hicimos entre todos"

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